Freddy, iluminado por la poesía.
Las obras de Priscila Cantepri.
Rockeando a full...
Con los pies descalzos y el corazón lleno.
18:00. Recién salís del laburo y soñás con una heladera llena de sanwiches de miga y una cama espumosa. En cambio, volvés a tu casa y encontrás una zanahoria ennegrecida y una cama sin sábanas. Tétrico, pensás. Hasta que inadvertidamente pasás por una página que promete un festival artístico toda la noche y en un gesto de iluminación, decidís hacerle honor a la remera que usás todos los viernes: “Live fast, die young”. Ya fue, decretás.Y caminás hacia el ya legendario festival artístico de los miércoles.
A medida que te adentrás en la tierra indómita del arte, asistís a la transformación de tus ojeras en dos portales para absorber todo que pasa. Y cuando comienza el ritual de los cuerpos que surcan las aguas de todas las dimensiones de el Rockelin, tu yo del día se metamorfosea en un ser libre.
Escuchás algo. La boca de un barbudo pide a gritos que vayas al
lado B y te introduzcas en el mundo del tándem
Poesía y Rock. El alarido retratado por Alan Orfano sintetiza toda la fuerza del cosmos de artistas que rockean las vibraciones poéticas.
Pero aguantá que primero necesitás ver a
Orge en el
lado A. Con una remera de Los Pollos Hermanos, es el guiño vivo. “Hasta la tuca siempre”, convoca, y todos asienten confirmando lo que “pasa en las mejores familias”.
A veces para atravesar la experiencia familiar, viene bien un
Pequeño Manual del Fisurita. La guía más metódica sobre como fisurar el mundo a veces muy predecible, expone
Casquet con sus propios trazos feroces custodiándole la espalda.
“Como olvidar que todos tenemos un momento fisura”, las palabras de Casquet hacen sonar la alarma de la inmediatez y te perdés en las lumínicas fugas de
Priscila Cantepri.
Si todavía te sentís desconcertado y no sabés cual de todas las vidas posibles puede ser la tuya,
Rodrigo Conde arriesga una idea sobre las
Vidas poéticas. ¿Existen niveles de vida? ¿Vidas más intensas que otras? La respuesta de Rodrigo te sorprende: “Vivir poéticamente/ no es armar metáforas como enrollando tabaco/ que se hace cada vez más rápido”.
La noción te deja pensativo y salís a enrollar el aromático tabaco que llevás en el bolsillo. ¿Cuál es mi vida?, reflexionás, y te vez encarnado en todos los tiempos y destiempos de los artistas rockelineros. Podés ser la punta afilada de la lengua de un antropólogo de las
Situaciones extremas y llevar al parque a tu sobrina junto a
Poesía Estéreo. Pero de tan fisura que sos, “te pusiste a hablar con un pibe y la encontrás toda meada y con arena en la boca”. Y si te cuesta manejar esas situaciones, no te preocupes, Google, Twitter y todas las amigables nuevas tecnologías, te controlan a vos. “Tus mapas, tu música, tu vida social, todo es de ellos”.
Muy lejos del
Google love, los rockelineros hablan de la voz de
Juli Charleston. Hay una conclusión general, la voz de Juli no puede existir, son todos los sonidos en uno. “Me quedé con ganas de tocar con Orge, pero ya tocaremos unos temas juntos”. La confidencia de Juli te da una idea. Junto al calor fraternal de los mini futbolistas y sintiendo el aroma de las pizzas caseras que salen a toda velocidad de la cocina, Orge y Juli comparten una zapada con los rockelineros.
La combinación te deja volando, y no estás muy seguro de como llegaste al
lado B. La psicodelia
low- key de
Laika vive te cautiva y declarás que la voz de
Desirée Noel Cirger es el arquetipo de lo íntimo y personal.
La intensidad de las diapositivas intervenidas de
Albin Lainez atraviesan la cara de
Marton Barreiro que las desdibuja y las vuelve a dibujar con un sonido que funciona como corriente continua y te hace experimentar sensaciones puras.
De esto sabe
Daniela Atencio cuando se involucra con
Lo más puro. “Los que sienten una tristeza tratan de calmarse entre sí”. Con la sinceridad de unos pies descalsos, Daniela habla de las cosas que solo alguien que vive lo mismo puede entender.
¿Cómo llegamos a comprender? ¿Quién nos dice que es la verdad?. “A mi me dijeron que la noche no tiene estrellas/ y yo no quiero creerlo”, brotan como un presagio oscuro de la boca de
Freddy Millán. Freddy abre las puertas de esas historias que resuenan a los ecos gauchescos perdidos.
Si te quedaste en un lugar oscuro con
Atahualpa Noriega y
Jorg R. Singh, olvidate de salir. Las sombras te interpelan y dejás de pertenecer al mundo de los humanos. Las sabias leyes de la trascendencia te ponen en el lomo de un animal salvaje y pensás: “Esto sí que es rockearla”.
Hay muchas maneras de rockearla, pero ¿existirá un manual? Na, solo un gran espacio para hacerlo.
Poesía Estéreo no pudo haberlo definido mejor: “Rockeala como si conocieras el secreto de Lía Crucet/ Rockeala como si estuvieras en Devoto y la cumbia fuera lo último que te recuerda quien sos”.
Rockeala como si fuera el último Rockelin de tu vida. Igual no te preocupes que quedan muchos. Por supuesto, en
El Emergente Bar (
Gallo 333).
Vení a rockearla con nosotros!!!