Martín Barreiro


Nacido en 1990 en Lomas de Zamora, es Técnico Superior en Periodismo de la Escuela TEA, también cursó algunas materias de la carrera de Sociología en la UBA. Se define como músico y poeta, toca el bajo, participa en varios centros culturales y conduce el programa de Radio "Plusválidos" en FM La Fabrica.


Selección de poesías:


Atrapados en libertad...


Jamás me sentí tan cómodo en un banquillo,
ser acusado por ese crimen tan honesto,
ahora eres mi juez y tu beso el verdugo,
quedaré condeando a vivir en la gloria.

Sentenciame sin piedad,
enciérrame en tu alma por siempre.
No me sueltes, no perdones,
si la libertad en la nada es absurda.

Una cárcel de amor me espera,
encerrado con la chica más bella.
Dos minutos no me bastan contigo,
me quedo en la cadena perpetua.

Ahora somos prisioneros de nuestro amor inmutable,
los barrotes no sirven, si ya con tus caricias me atrapas.
Nunca me sentí tan libre, aún con la luz apagada,
Tus ojos son dos ventanas y el cielo está en tu mirada.

Senténciame para siempre,
porque el siempre es el mejor momento.
Pero no somos dioses por esto,
moriremos borrachos, de tanto beber de lo nuestro.



  
Aquí Vienes!!!


Te asomas en el horizonte
una mañana para eclipsar el sol.
Eras más grande que el amor,
y muy pequeña en los abrazos.

Caminabas por el mar de una
costa mediterráneo, épica,
para que los pescadores no
vuelvan a creer en sirenas.

Y a mi el vino me seguía
pegando en la colina.
Y tú correteando de costado
a costado por mi cabeza.

Atravesaste monasterios,
y todos dejaron de rezar.
Hiciste de la piedra el barro
con tus pasos.

Y yo sigo mirando la luna,
para no mirar mi corazón
y tú que me sigues susurrando
el primer hola que nos dijimos.

Y en un abrir y cerrar de ojos
dormidos por años,
te saqué de mi cabeza
para ponerte en frente mío.

No eras ni la sirena,
ni aquella que niña que saltaba en mi cabeza.

Tan sólo tú, de carne y hecho,
que venías para chocar contra mis labios.




A-hora


Ha venido el momento exacto,
y el lugar no tiene rol en la escena,
Mi conciencia ha dejado una ventana abierta,
entre mis neuronas laberínticas,
y por ella me voy hacia lo irreal.

Escapándome de mi mismo,
haciendo todo el ruido posible
para volver con miles de historias.
mientras se van las sobradas histerias.

Ahora mi cuerpo y mi alma duermen
en camas separadas. Van a hacer el
amor bajo la noche, también durante el día.

Uno duerme y la otra sólo sueña, que
la peor muerte es aquella que aun se mueve.
Y vas a tener que hacer para ser.

Tengo tanto cielo y nada que hacer con él.
Podría pintar estrellas en la noche urbana.
Apagar el sol con un balde de agua,
pero prefiero tener sólo un pedazo,
y desde allí ver todo el universo.


Martín Barreiro leyendo dos de sus poesías.

Martín Barreiro leyendo "A mitad de camino" y "Fruta caliente".

Martín Barreiro: Barquito de plomo.

Martín Barreiro: A-hora.


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